El hide y el comedero

Estos días los he estado dedicando a mejorar el hide que empleaba el año pasado. Se trataba de un simple cajón de madera de un metro cúbico reciclado (antes era la caseta de las cabras!).

Lo primero es buscar la mejor ubicación posible. Como puede verse en la foto, es una zona de prado al borde de un bosque de robles y acebos.

Se han tenido muy en cuenta dos factores importantísimos:

* La existencia de un posadero natural desde el que las aves puedan comprobar que no hay peligro antes de bajar a comer.

* La orientación al Norte, de modo que el sol pille a nuestra espalda, para que sea más difícil ser vistos y evitar problemas de flares.

Los materiales empleados son muy sencillos y baratos de conseguir. Un poco de onduline para mejorar las goteras que sufría el año pasado, un palé viejo para la puerta y un par de mosquiteras para reforzar el camuflaje (con la red no me bastaba).

Antes de nada, he hecho un par de zanjas para evitar el agua de lluvia y he nivelado la caseta con bloques. También me sirve para separme de la humedad del suelo (tengo que pasar muchas horas ahí dentro!).

El onduline cumple ahora dos funciones, la de evacuar el agua del techo y la de servir de prolongación de las paredes. Eso me da un extra de sombra para mover el objetivo sin ser descubierto.

La vista desde el interior:

Lo siguiente es camuflar el palé con la mosquitera más gruesa, debe ocultar toda la mitad inferior de la entrada.

Ya sólo queda colocar la red de camuflaje con la mosquitera fina en la mitad superior. Obsérvese cómo he dejado hueco en los laterales para sacar las patas del trípode.

He dejado unos flecos en ambas telas para ganar algo de movilidad con el 500mm, así es más discreto que con un simple agujero. Así se ve desde dentro:

Y así con el equipo montado:

Estoy esperando que me llegue una rótula tipo Gimball, mucho más apropiada para estos menesteres que la de tres vías.

El comedero consta de una bandeja hecha con otro palé viejo y piedras con musgo, y de un par de troncos agujereados para ocultar las semillas. He calculado milimétricamente la disposición de cada elemento para que el resultado sea lo más natural posible, sin que se vea desde la posición del observador nada anormal.

No debemos olvidar cambiar los posaderos con frecuencia, para evitar la monotonía en nuestras fotos.

Como cebo utilizo una gran variedad de alimento, desde pan y galletas hasta semillas de todo tipo y mantequilla. Podemos preparar así una pasta que, además de asegurarnos el éxito, nos permitirá adherirla donde nos sea necesario.

Para los insectívoros podemos utilizar pastas específicas de las pajarerías, o bien arroz blanco (por su similitud con larvas y huevos de varios insectos).

Para despedirme, os dejo unas fotos realizadas ésta misma tarde estrenando el reformado escondite.

Juvenil de primer año de Tarabilla común (Saxicola torcuata).

El siempre inquieto Chochín (Troglodythes troglodythes).

Un bonito Carbonero (Parus major).

Y cómo no, el simpático y descarado Petirrojo (Erithacus rubecula).

Espero que todo esto os sirva de orientación para montar vuestro propio comedero.

Un saludo,

Yuribass.