La fotografía constituye hoy día uno de los elementos indispensables para la divulgación eficaz entre el público de la Naturaleza y sus valores, de los daños que se la infringen y de la necesidad de conservarla.
Para todos aquellos practicantes de ésta actividad, la de fotografiar con pasión nuestro entorno, la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (AEFONA) les propone el presente Código Ético a seguir, con el fin de prevenir actuaciones irregulares que vayan en contra del espíritu enteramente conservacionista que ha de caracterizar a éste colectivo.
Recuerda: la Naturaleza es el bien común más preciado, y es labor nuestra el colaborar en su difusión, protección y conservación.
Muchas gracias por tu colaboración.
Un saludo,
Yuribass.
(Coord. de BV en Cantabria y socio de AEFONA)
Para todos aquellos practicantes de ésta actividad, la de fotografiar con pasión nuestro entorno, la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (AEFONA) les propone el presente Código Ético a seguir, con el fin de prevenir actuaciones irregulares que vayan en contra del espíritu enteramente conservacionista que ha de caracterizar a éste colectivo.
- El bienestar del sujeto es siempre más importante que la obtención de su fotografía.
- Documéntate ampliamente sobre la biología y el comportamiento de las especies a fotografiar, con el fin de prevenir actuaciones improcedentes. Adquirir los conocimientos técnicos necesarios para abordar con seguridad la fotografía de seres vivos en cada situación que se presente.
- Solicitar los permisos necesarios a la autoridades competentes para fotografiar especies y enclaves naturales protegidos por la ley, así como a los propietarios de terrenos privados.
- Para fotografiar fauna trabajar preferentemente en el campo con ejemplares libres y salvajes en su medio natural, sin alterar su normal comportamiento y evitando las situaciones delicadas como animales incubando o con crías recién nacidas.
- No manipules las especies para que se estén quietas: no bajes su temperatura, no las captures, no las aturdas, no las cojas, no las dañes. La captura de especies, está regulada por permisos específicos que gestionan las autoridades y las colecciones de referencia han de estar avaladas por una institución científica.
- Para fotografiar flora trabajar también en el campo sin arrancar las especies protegidas.
- Evitar el corte de ramas para camuflar los escondites o hides que se emplean para la fotografía de fauna salvaje (utilizar mejor redes de camuflaje artificiales).
- Retornar a su lugar de origen, sin daño alguno y en el plazo más breve posible, aquellos especímenes de fauna y flora que hayan sido tomados del campo para su fotografía en estudio, excluyendo de esta sustracción a aquellas especies protegidas por la ley o en peligro de extinción.
- Evitar manipular cualquier elemento mineral de manera que pudiera alterarse irremediablemente la integridad de una formación geológica o paleontológica.
- Pasar desapercibidos siempre durante nuestro trabajo de campo, no atrayendo la atención del público o de un depredador. No revelar la localización de especies raras o amenazadas, salvo a investigadores acreditados que contribuyan a su protección.
- Mantener siempre limpio el lugar de nuestro trabajo de campo.
- Informar a las autoridades de cualquier infracción que observemos contra la Naturaleza así como de los posibles hallazgos de interés.
- Colaborar con otros compañeros para mejorar las condiciones de trabajo en la Naturaleza, divulgando este Código Ético entre todos aquellos que lo desconozcan.
Recuerda: la Naturaleza es el bien común más preciado, y es labor nuestra el colaborar en su difusión, protección y conservación.
Muchas gracias por tu colaboración.
Un saludo,
Yuribass.
(Coord. de BV en Cantabria y socio de AEFONA)
Estoy de acuerdo con todo, aunque me quedo con la duda de que especies se puedan fotografiar en estudio sin perturbar su vida, saludos
ResponderEliminarYa somos dos amigo mío.
ResponderEliminarYo, por cuestión de principios, no me llevo nada de nada.
Un saludo.